¿Sabías que el agua que llega a una planta purificadora no siempre está lista para comenzar a procesarse? En este artículo discutiremos algo muy importante que no debes descuidar: la concentración de cloro residual en el agua cruda.
Te compartimos los detalles de forma sencilla, para que incluso quienes no tienen experiencia en el sector puedan entenderlo, tomarlo en cuenta y aplicarlo.
¿Es lo mismo hablar de agua cruda y agua potable?
Cuando se habla de agua cruda, significa el agua que no ha sido expuesta a ningún proceso completo de purificación o potabilización. Esta agua proviene de los ríos, pozos o manantiales, y aunque físicamente se vea limpia, en realidad puede tener bacterias, virus, metales y otro tipo de contaminantes. Para las plantas purificadoras, cuando se habla de agua cruda se refiere a la materia prima necesaria para trabajar. Por ello la importancia de estar conscientes de su calidad antes de comenzar a procesarse.
Por otra parte, el agua potable es aquella que ya fue tratada y que debe cumplir lineamientos sanitarios establecidos en México. Esta agua debe ser segura para consumirse, es decir que debe ser libre de microorganismos y químicos dentro de los rangos permitidos por la normatividad.
¿Cuál es la importancia del cloro residual en el agua potable?
El cloro residual es una pequeña cantidad de cloro que se mantiene en el agua después de que se le da tratamiento en la red municipal. Tiene la función importante de evitar que el agua se contamine nuevamente mientras pasa por las tuberías hasta los hogares, negocios o plantas purificadoras.
En simples palabras, cuando el agua sale de la planta potabilizadora municipal, se le añade cloro con la finalidad de eliminar bacterias, virus y otros microorganismos. Una parte de ese cloro funciona rápidamente en la desinfección, pero otra pequeña porción del cloro queda como reserva para proteger el agua durante todo el recorrido. Esta porción es la que conocemos como cloro residual en agua potable.
Para el caso del agua cruda que llega a una planta purificadora, el porcentaje de cloro residual es normal y se necesita para cumplir con la seguridad sanitaria. Pero, si la concentración es muy alta, podría afectar el sabor en el agua y causar daños a los componentes en el sistema de purificación. Por ello, hacer mediciones y funciones de control, es parte clave en el proceso diario de una planta purificadora de agua.
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¿Cuál es el rango de cloro residual en agua potable recomendado de acuerdo con las normas mexicanas?
En México, la calidad del agua que llega a los hogares y los negocios es regulada por la norma NOM-127-SSA1-2021, la cual establece el límite de cloro residual en agua potable para que el agua sea segura para su consumo.
Una de las cosas que la norma regula son los parámetros de cloro residual en agua potable. El objetivo es que se logre un equilibrio adecuado de cloro para que el agua se mantenga libre de bacterias y virus al transportarse a través de las tuberías, pero no mucho como para que afecte el sabor o genere olores desagradables.
La NOM-127 tiene establecido que la determinación de cloro residual libre en agua potable permitida es:
Mínimo: 0.2 miligramos por litro (mg/L). Para asegurar que el agua tenga protección contra microorganismos.
Máximo: 1.5 miligramos por litro (mg/L). Para evitar que el exceso de cloro altere el sabor o sea irritante.
En el negocio del agua purificada, conocer este dato es muy importante, ya que si el agua cruda llega con cloro por encima de lo permitido, será necesario tomar medidas para reducirla antes de pasarla por el sistema de purificación, especialmente si se utiliza ósmosis inversa.
En términos sencillos, el cloro residual presente en el agua cruda puede ser un aliado para tener agua segura, siempre asegurándose de que se encuentre dentro de los rangos que la normatividad tiene establecida.
¿Qué métodos se pueden usar para medir el cloro residual en una planta purificadora de agua?

Afortunadamente hoy en día podemos contar con distintas herramientas que permiten saber casi de inmediato la concentración de cloro residual en agua potable para definir si está dentro del rango recomendado. Para una planta purificadora, existen 3 métodos muy comunes:
Kits colorimétricos
Es uno de los más usados, ya que tienen un bajo costo y son sencillos de usar. Funcionan poniendo una gotas de reactivo químico en una muestra de agua, el líquido cambia su color y se hace una comparación con una escala que el kit tiene. Ya sea el tono que resulte, podrás saber la concentración aproximada de cloro que hay.
Tiras reactivas
Se miran como unas pequeñas tiras de papel. Funcionan solo metiéndolas en agua por unos segundos, al cambiar su color, se comparan con la tabla impresa en el envase y obtienes el valor estimado de cloro residual. Este método es rápido y práctico, pero menos preciso que otros métodos.
Equipos digitales
Los equipos digitales para medir el color residual en el agua suelen ser más exactos y rápidos, son ideales para plantas purificadoras que buscan precisión constante. Solo se necesita colocar el agua en un pequeño recipiente del equipo, y la pantalla muestra la concentración exacta de cloro. Aunque tienen un mayor costo, su precisión y rapidez los hacen una excelente inversión para los negocios.
Elegir el método para medir la concentración de cloro residual en el agua en realidad depende del presupuesto y nivel de precisión que se necesite. Lo más importante es que la medición sea de manera regular para asegurar que el proceso de purificación tenga menor riesgo en los equipos y la calidad del agua final.
¿Qué hacer si el cloro residual es demasiado alto o bajo en el agua cruda?
Hacer mediciones de cloro residual en el agua cruda es solo el primer paso. Es importante saber cómo actuar si los resultados están fuera del rango recomendado.
Concentración del cloro residual muy alto
Si el resultado de la medición da valores está por encima de lo permitido, es importante comenzar a disminuirlo antes de que el agua pase por procesos donde los equipos son delicados. Algunas de las acciones que podrías llevar a cabo incluyen:
Uso de filtros de carbón activado: Son de gran utilidad para eliminar el exceso de cloro y proteger las membranas de ósmosis inversa.
Ajustar el flujo de entrada: Bajar la presión o el caudal para que el carbón activado tenga mayor tiempo de contacto con el agua.
Hacer un almacenamiento previo: En ciertos casos, se puede poner en reposo el agua en tanques ventilados, esto ayuda a que parte del cloro se disipe naturalmente.
Concentración del cloro residual muy bajo
Si el nivel de cloro está por debajo de lo establecido por las normatividad, el agua podría exponerse a mayor grado de contaminación bacteriana antes de llegar a la planta. Ante este caso podrías:
Revisar la fuente de agua: Puedes confirmar en la red municipal si han tenido inconvenientes o problemas en el tratamiento del agua potable.
Hacer un pretratamiento: En casos especiales, se puede optar por agregar una dosis controlada de cloro, esto garantizará la desinfección inicial. Siempre debe ser dando cumplimiento a las normas y haciendo mediciones precisas.
Asegurarse de tener un buen almacenamiento: Se debe evitar que el agua cruda se contamine antes de ser purificada.
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